¿Cuál es el éxito o valor diferencial de Inibsa? ¿Qué hace distintos a nuestros productos y servicios?
Inibsa siempre ha estado al lado del profesional odontológico. El objetivo de Inibsa es contribuir a que el profesional sea capaz de llevar a cabo su trabajo rápido, fácil, sencillo, con toda la ayuda posible, con la formación que le podamos otorgar, con el fin de que la salud bucal de la población mejore día a día.
¿Cómo ha evolucionado nuestra marca en 75 años?
Desde que hace 75 años, Inibsa empezó su andadura en el sector farmacéutico, trabajó desde productos de prescripción a productos OTC, a ortopedia y finalmente entró en el mundo dental. Hoy en día todas esas otras áreas de negocio han quedado relegadas al pasado y ahora Inibsa se centra exclusivamente en el mundo odontológico, donde queremos convertirnos en uno de los líderes mundiales, en particular en el área de control del dolor.
¿Qué valores adoptamos? ¿Cómo se trasladan al cliente?
Inibsa se sustenta sobre unos valores muy claros: valores de simplicidad, de servicio, de compromiso y de encontrar soluciones que facilitan la vida al cliente y a sus colaboradores.
En el caso del cliente (que para nosotros no es un cliente, es un socio) - el trabajo hacia la mejora de la salud bucal de la población. Nosotros ofrecemos soporte en producto, soporte en formación y soporte en servicio.
A nivel de nuevos canales de venta digital, ¿cómo nos hemos adaptado a la digitalización y a las tendencias actuales?
En el área de la digitalización, Inibsa se ha adaptado incorporando productos relacionados con esa nueva tendencia en la práctica odontológica basada en la digitalización de imágenes y en la personalización de determinados productos. Por otro lado, hemos acompañado esa mejora de portafolio con una mejora de canales de acceso al cliente, implementando una e-shop, una web amigable, y aumentando nuestras vías de comunicación, además de la vía tradicional que es el propio delegado que cuenta con nuevas herramientas digitales.
La innovación no solo es adoptar herramientas tecnológicas, ¿de qué otras formas se ha adoptado la innovación en Inibsa?
Efectivamente, la innovación no es solo una herramienta, no es solo llevar un iPad en la mano. La innovación consiste en hacer las cosas de una manera diferente, de llegar al cliente de una manera diferente, de hacerlo de la manera que el cliente o el interlocutor necesita, siendo conscientes de cuáles son sus necesidades, sus problemas y la manera de solucionarlo. También implica adaptarse en las áreas de formación donde hemos aportado innovación en cuanto al concepto de workshops digitales, en el concepto de homekits y en las maneras como tenemos que trasladar la formación a las nuevas generaciones.
La transformación digital, ¿implica olvidar el offline?
Para nada. El offline es parte de la esencia de Inibsa. El offline implica la presencia de un colaborador, de un delegado comercial, de un asesor técnico con el dentista que permite llevar a cabo otro tipo de interacción con el cliente. Gracias a la digitalización y al online podemos llegar a mucha gente, les podemos ofrecer mucha variedad de productos, de canales y de maneras de comunicarnos, pero a la vez buscamos también el offline porque nos permite trasladar hacia el cliente nuestra vocación de servicio y establecer una relación muchísimo más próxima con este colectivo profesional.
¿En qué tiene el foco puesto actualmente Inibsa?
La actividad de Inibsa se centra actualmente en tres áreas. La primera es ofrecer productos y servicios que faciliten el día a día del trabajo del dentista. En segundo lugar, es adaptarnos a la rápida evolución que ha sufrido el sector en los últimos años, tanto a nivel de digitalización, cambios generacionales y nuevas maneras de hacer. Y, por último, en consolidar nuestro negocio y en crecer sobre todo en el área internacional y en el segmento de control del dolor.
¿Cómo está influyendo el trabajo de Marketing a nivel de ventas y cómo se ha visto la evolución?
En los últimos años, hemos estado asistiendo a un cambio generacional muy importante. El profesional actual es dinámico, es comprometido, es rápido y muy activo en redes sociales. La única manera que tenemos para acercarnos a este profesional es adaptarnos a su manera de comunicar, a su manera preferida de recibir la información y acercarnos a aquellos valores que él o ella defienden y que en nuestro caso estamos orgullosos de decir que coinciden mucho con los de Inibsa.
Adaptarnos al cambio generacional es uno de los retos de la marca, ¿cómo crees que se capta a este perfil más joven?
Después de 75 años de trabajo que nos han llevado al lugar donde estamos, necesitamos seguir mejorando en los tres pilares básicos que nos han llevado hasta aquí: innovación y calidad, servicio y compromiso con nuestro cliente en un entorno en el cual, con los cambios que están sucediendo de una manera tan rápida es absolutamente crucial adaptarse y ajustarse a las nuevas tendencias.
Después de 75 años, ¿cuáles son los retos de futuro que nos proponemos?
Aunque el mundo de marketing y de ventas son diferentes, se trata de dos caras de la misma moneda o dos vértices del mismo triángulo. Por un lado, marketing aporta una visión estratégica, una visión orientada al producto mientas que por el otro lado, ventas aporta una visión desde la perspectiva del cliente y del día a día en el campo, en la clínica de la mano del dentista. La conjunción de estos dos mundos nos ha permitido elaborar estrategias mucho más complejas y mucho más adaptadas tanto al mercado como al cliente.
¿Cuáles consideras que van a ser las grandes tendencias que van a transformar el panorama empresarial en los próximos años?
Hay varias grandes tendencias que hemos estado viendo en los últimos años y que vamos a ver cómo se consolidan en el futuro próximo.
Para empezar la digitalización tanto a nivel de aparataje como a nivel de tratamiento de datos de los pacientes y de promoción, sea a nivel de comunicación con redes sociales o a nivel del propio procedimiento odontológico. Se dice que aproximadamente el 70% de las clínicas estarán digitalizadas el año próximo, con lo cual en los pocos años más estarán al 100%.
Otra tendencia del sector es la prevención: se ha llegado a la conclusión desde hace ya algunos años que la salud bucal es crucial para la salud general del organismo y esto se ha demostrado a través de la relación de los profesionales odontológicos con otros médicos - cardiólogos, ginecólogos - que han consensuado protocolos de actuación en casos en que la salud bucal afecta a la salud cardiovascular y a la salud ginecológica de los pacientes.
Otra tendencia es la estética. Además de tener una boca sana, la población en general empieza a querer también tener una boca bonita y eso implica la personalización de tratamientos, implica la introducción de nuevas técnicas que mejorarán el aspecto de estos dientes sanos y por ende conseguirán una mayor satisfacción por parte del paciente.