¿Es posible la asepsia total en los boxes de cirugía?

28-03-2022

Una clínica dental es un centro sanitario en el que se atiende a los pacientes para tratar su salud bucal. A pesar de ser un centro asistencial, presenta grandes diferencias respecto otras áreas de atención sanitaria. Una de las más significativas es que en un 80%, según datos del instituto Nacional de Estadística, se trata de consultas privadas con una rotación de pacientes al día muy alta.  Además, en una clínica dental, la higiene y la desinfección de las instalaciones recae en el equipo de salud bucodental de la clínica.
Inibsa

Quirófano hospitalario VS Box de cirugía de la clínica dental  

Los quirófanos son salas que se hallan en sanatorios, hospitales o centros de atención médica, y que están especialmente acondicionadas para la práctica de operaciones quirúrgicas. 

Es un espacio cerrado, normalmente situado apartado del resto de dependencias médicas.  En el que se restringe la circulación de personas a las exclusivamente necesarias: paciente y equipo de intervención sanitaria.   

Realmente a lo que se aspira es a tener 0 grado de contaminación tanto en el propio quirófano como en las habitaciones contiguas. 

Los protocolos de limpieza y desinfección deben estar siempre por escrito, y son de obligado cumplimiento tanto por parte del personal de limpieza, como del equipo sanitario que utiliza el espacio. Una de las normas número uno, es que, entre paciente y paciente, debe limpiarse y desinfectarse el quirófano. 

Aun siguiendo todas estas indicaciones, se estima que 1 de cada 20 pacientes que se someten a una operación desarrollará una infección en el sitio quirúrgico (SSI, por sus siglas en inglés) (1). 

Este estricto protocolo de los centros sanitarios debe aplicarse con la misma rigurosidad en los boxes o gabinetes en los que realizamos intervenciones de cirugía dental, ya que el riesgo de contaminación y de infección para el paciente es muy similar. 

Asepsia total en los boxes de la clínica dental 

Conseguir una asepsia total en la clínica dental es materialmente imposible., básicamente por las propias características del espacio donde se realizan las intervenciones. 

De todos modos, hay una serie de pautas a seguir que nos pueden ayudar a minimizar al máximo las posibilidades de infecciones cruzadas y de riesgo de contaminación por microorganismos tanto a nuestros pacientes como a las personas que trabajan en la clínica dental. 

Entre ellas destacamos: 

  • Control de aerosoles 
  • Utilización de los EPIS adecuados 
  • Respetar el campo estéril 
  • Limpieza y desinfección de manos  
  • Tener un equipo formado y actualizado 
  • Establecer y seguir los protocolos quirúrgicos de asepsia quirúrgica generales  
  • Mantener la bioseguridad ergonómica  
  • Tener protocolos estandarizados y de obligado cumplimento de limpieza y desinfección del instrumental, las superficies del box, el sistema de aspiración y el ambiente. 

¿Realmente se puede desinfectar el ambiente del box quirúrgico?  

Hay numerosas publicaciones científicas que confirman que cuando se mejora la higiene ambiental se reducen las tasas de infección (3). 

Pero ¿esto cómo se consigue? Por definición, el aire es un fluido, una mezcla dinámica de gases en continua expansión. Aunque fuéramos capaces de desinfectarlo dentro de una sala herméticamente cerrada, cualquier aportación de aire exterior (abrir una puerta, por ejemplo) lo volvería a contaminar inmediatamente.  

Evidentemente sí que tenemos herramientas disponibles para filtrar este aire al máximo, como por ejemplo utilizando filtros HEPA, ULPA, etc. 

Pero también tenemos un gran aliado en los sistemas de desinfección por nebulización, como por ejemplo Inibsa Air Total.  La nebulización tiene un efecto «de arrastre» de partículas en suspensión aérea hacia las superficies.  Estas partículas son captadas por absorción por las gotículas del propio nebulizado. Y, cuando se trata de partículas microbianas, la auténtica desinfección tiene lugar posteriormente sobre las superficies donde se deposita. 

Además, la desinfección por vía aérea es un método de desinfección interesante para hacer llegar un desinfectante a la totalidad de las superficies en un espacio cerrado, incluyendo rincones y lugares de difícil acceso. 

Una de las variables más importantes que tendremos que considerar para intentar acercarnos a esa asepsia total es la rigurosa desinfección de todas las superficies de contacto habitual con las manos. El motivo es sencillo: las superficies y objetos que entran en contacto con las manos actúan como vector principal de contaminación cruzada, pero no siempre son bien desinfectados. 

 

Zonas de alta concentración de microorganismos en el box 

Otro dato interesante es que: en un radio de acción de entre 60 cm y un metro, teniendo como centro la cavidad oral de paciente, los microorganismos se expanden, y en esa zona es donde se encuentra la más alta concentración de microorganismos provenientes de la boca del paciente.  Todos los objetos próximos a ese radio de acción presentarán unos niveles altos de contaminación (4). 

Los productos de desinfección existentes como los Sprays y Toallitas  van a conseguir que las superficies estén siempre en perfecto estado a la vez que disminuyen la tasa de microorganismos presente en nuestro gabinete. 

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Referencias: 

1. Anderson DJ, et al. Strategies to prevent surgical site infections in acute care hospitals. Infect Control Hosp Epidemiol. 2014 update [cited14 Sep 2017];35(6):605-627. URL: doi: 10.1086/676022. 

2. Ficha técnica Inibsa Air Total

3. Centers for Disease Control and Prevention (CDC) ant the Healthcare Infection Control Practices Advisory Committee (HICPAC) 

4. Lozano, Vicente: Control de las Infecciones Cruzadas. Ediciones Avances Madrid 2000