Enfermedad periodontal: causas y prevención

05-12-2022

Artículo escrito por el Dr. Francisco J. Enrile de Rojas.

En España, uno de cada tres adultos presenta alguna forma de enfermedad periodontal: gingivitis y periodontitis. Esto significa que 8 millones de españoles[1] están sufriendo estas enfermedades infecciosas, que comienzan con inflamación y sangrado de las encías y que pueden acabar con la destrucción de los tejidos de sostén de los dientes. En este artículo vamos a repasar brevemente las causas de la periodontitis, sus factores de riesgo y la forma de prevenirla.
Inibsa

La salud periodontal se define como una ausencia de inflamación clínicamente detectable[2]. Desafortunadamente, muchos españoles no cuentan con ella. Según los datos de prevalencia, entre el 24-26 % de los adultos jóvenes (35-44 años) sufre enfermedad periodontal, correspondiendo el 4-5,5 % a periodontitis severa; y en el grupo de adultos mayores (65-74 años) fluctúa entre el 38-44 % y entre el 10-11 % para las formas severas[3].

Las enfermedades periodontales se producen por la acción de las bacterias, agrupadas en una fina y nociva capa o película conocida como placa o biofilm dental. En el caso de la gingivitis, desencadena una inflamación superficial y reversible de la encía, siendo el sangrado su principal señal de alerta. Si no se trata adecuadamente puede progresar a periodontitis, que supone una infección profunda de la encía y del resto de tejidos de soporte del diente, por lo que podría llegar a provocar su pérdida.

Según se estableció en el World Workshop on the Classification of Periodontal and Peri-implant Diseases and Conditions, celebrado en Chicago en noviembre de 2017, la periodontitis es «una enfermedad inflamatoria crónica multifactorial asociada a biofilms de placa bacteriana disbióticos y caracterizada por la destrucción progresiva del aparato de sostén del diente»[4]. Mientras que la formación de un biofilm bacteriano inicia la inflamación gingival, la periodontitis se caracteriza por tres factores:

  • La pérdida de los tejidos de sostén periodontales, manifestada a través de la pérdida de inserción clínica (PIC/CAL) y la pérdida de hueso alveolar, valorada radiográficamente.
  • La presencia de bolsas periodontales.
  • Sangrado gingival.

 

 

Factores de riesgo de la enfermedad periodontal

La evidencia actual respalda la existencia de elementos multifactoriales que actúan sobre múltiples respuestas inmunoinflamatorias. Esto hace que los cambios disbióticos en el microbioma sean más probables en algunos pacientes que en otros, y es posible que puedan influir en la gravedad de la enfermedad en estas personas. Aunque las enfermedades periodontales suelen estar relacionadas con la placa bacteriana, en otras ocasiones aparecen independientemente del acúmulo de biofilm y pueden ser modificadas por el biofilm o no ser influidas por él[5]. A continuación, exponemos los factores de riesgo asociados en cada caso:

 

  1. Enfermedades gingivales inducidas por placa[6]
    • Factores de riesgo locales. Son factores predisponentes que pueden conducir a un mayor acúmulo de placa.
      • Factores de retención de biofilm: zonas desbordantes en restauraciones, márgenes de corona subgingivales, aparatología ortodóncica, etc.
      • Sequedad bucal causada por el síndrome de Sjögren, fármacos, o respiración bucal, entre otros. Hace que la segregación de la saliva y su calidad sean bajas.
    • Factores de riesgo sistémicos. Son factores modificantes que alteran la respuesta inmune-inflamatoria.
      • Las personas que fuman tienen hasta tres veces más riesgo de padecer enfermedad periodontal. Además, como el tabaco dificulta y reduce el flujo sanguíneo, en ocasiones el sangrado de las encías no se manifiesta, lo que dificulta su detección precoz.
      • Hiperglucemia (en pacientes diabéticos).
      • Factores nutricionales, como la ingesta reducida de micronutrientes antioxidantes (por ejemplo, vitamina C).
      • Agentes farmacológicos, especialmente moduladores del sistema inmunológico.
      • Niveles elevados de hormonas sexuales esteroideas (por ejemplo, durante la pubertad o el embarazo).
      • Condiciones hematológicas, como neutropenia.

 

  1. Enfermedades gingivales no inducidas por placa[7] 
    • Trastornos genéticos o de desarrollo, como fibromatosis hialina juvenil o nevo sebáceo de Jadassohn (NSJ), etc.
    • Infecciones específicas, como el herpes simple I, molusco contagioso, histoplasmosis.
    • Afecciones inflamatorias e inmunológicas, como eritema multiforme (EM), lupus eritematoso sistémico (LES), granuloma piógeno, etc.
    • Procesos reactivos (épulis).
    • Neoplasia: condrosarcoma, carcinoma de células escamosas, linfoma no Hodgkin (LNH), etc.
    • Enfermedades endocrinas, nutricionales y metabólicas, como tumor de células gigantes de Hueso, escorbuto (falta de vitamina C).
    • Lesiones traumáticas: necrosis por cocaína, gingivitis “artefacto” o autoinducida, etc.
    • Pigmentación gingival, como melanosis del fumador.

 

 

Cómo prevenir la enfermedad periodontal

Una vez que un paciente tiene periodontitis, seguirá siendo paciente de periodontitis durante toda la vida. Sin embargo, este paciente puede ser considerado sano. Tras un tratamiento exitoso de periodontitis, los pacientes pueden clasificarse en tres estados:

  • Controlado: sano/estable.
  • En remisión: inflamación gingival.
  • No controlado: recidiva de periodontitis/inestable.

La prevención es el mejor tratamiento para cualquier paciente controlado de periodontitis y para cualquier persona que pretenda mantener sus encías sanas. La principal herramienta preventiva con la que cuentan es una adecuada higiene bucodental, así como un control profesional del biofilm. De esta forma podrán tratar la fase inicial de la gingivitis y evitar que ésta progrese en periodontitis. Existe amplia evidencia de las posibilidades existentes para anteponerse a la periodontitis a través del control y manejo de la gingivitis y la promoción de hábitos de vida saludables[8]-[9].

Para el control de la gingivitis –y, por tanto, de la periodontitis– es necesario que el paciente elimine correctamente el biofilm a través de un adecuado cepillado manual o eléctrico. Además, es clave realizar una higiene interdental a través del hilo dental o cepillos interproximales[10]. De forma complementaria, algunos colutorios o dentífricos específicos pueden aportar un beneficio extra al control mecánico de la placa[11]-[12], como aquellos con clorhexidina, triclosán, mezclas de aceites esenciales, cloruro de cetilpiridinio o fluoruro estañoso.

Por último, es importante que el paciente mantenga a raya los ya mencionados factores de riesgo de la enfermedad periodontal, como el tabaquismo o un control óptimo de la diabetes.

 

Imagen 1. Paciente Periodontal: Se puede observar la inflación, uno de los síntomas característicos de esta enfermedad.

 

Imagen 2. Paciente Periodontal tras el tratamiento profesional: Se puede observar una de las posibles secuelas postratamiento, la recesión gingival.

 

 

Prevención de la periodontitis en la clínica dental

  1. Instrucciones de higiene bucodental. El control de la placa por parte del paciente es clave para una buena salud bucodental y periodontal. Por ello, uno de nuestros primeros objetivos como clínicos es ofrecerle instrucciones personalizadas para que pueda realizar su higiene de forma eficaz.
  2. Eliminación mecánica profesional de la placa. Una limpieza bucal profesional reduce los índices gingivales y de placa[13]. Para ello, emplearemos instrumentos sónicos o ultrasónicos, instrumentación manual y un adecuado pulido de las superficies para evitar una rápida acumulación de placa.

En España, el 33 % de los adultos mayores presenta pérdida dentaria grave (16 dientes ausentes o más) y el 11 % son edéntulos. La enfermedad periodontal tiene mucho que ver en esto. Conocer sus factores de riesgo y cómo prevenirla y saber transmitírselo a nuestros pacientes puede marcar la diferencia en estas cifras.

 

 

Autor:

Francisco J. Enrile de Rojas

Dr. en Medicina y Cirugía. Especialista en Estomatología

Máster en Periodoncia y Osteointegración

Práctica privada en Clínica Enrile

 

 

Referencias bibliográficas:

[1] “En España, 8 millones de adultos presentan algún tipo de enfermedad periodontal”. Consejo de Dentistas de España.

[2] Niklaus P. Lang and P. Mark Bartold: Periodontal health. EFP.

[3] Bravo Pérez M, Almerich Silla JM, Ausina Márquez V, Avilés Gutiérrez P, Blanco González JM, Canorea Díaz E et al.: Encuesta de Salud Oral en España 2015. RCOE 2016; 21 (Supl. 1): 8 - 48.

[4] Nueva Clasificación sobre enfermedades y condiciones periodontales y periimplantarias. World Workshop on the Classification of Periodontal and Peri-implant Diseases and Conditions.

[5] Chapple, Iain: Salud periodontal y gingivitis. Periodoncia Clínica, nº 15. Pág. 11.

[6] Murakami S, Mealey BL, Mariotti A, Chapple ILC: Dental plaque-induced gingival conditions. J Periodontol. 2018 Jun;89 Suppl 1:S17-S27. doi: 10.1002/JPER.17-0095. PMID: 29926958.

[7] Holmstrup P, Plemons J, Meyle J: Non-plaque-induced gingival diseases. J Periodontol. 2018 Jun;89 Suppl 1:S28-S45. doi: 10.1002/JPER.17-0163. PMID: 29926945.

[8] Jepsen S et al.: Prevention and control of dental caries and periodontal diseases at individual and population level: consensus report of group 3 of joint EFP/ORCA workshop on the boundaries between caries and periodontal diseases. J Clin Periodontol 2017; 44: S85–S93

[9] Tonetti MS et al.: Impact of the global burden of periodontal diseases on health, nutrition and wellbeing of mankind: A call for global action. J Clin Periodontol 2017; 44: 456–462.

 

[10] Chapple ILC et al.: Primary prevention of periodontitis: managing gingivitis. J Clin Periodontol 2015; 42: S71–S76.

[11] Guidelines for effective prevention of periodontal diseases. European Federation of Periodontology, 2015.

[12] Serrano J et al.: Efficacy of adjunctive anti-plaque chemical agents in managing gingivitis: a systematic review and meta-analysis. J Clin Periodontol 2015; 42: S106-138.

[13] Chapple ILC et al.: Primary prevention of periodontitis: managing gingivitis. J Clin Periodontol 2015; 42: S71–S76.